
Y llegó la primavera y no nos dimos ni cuenta.Después de un invierno con sabor a verano llegó una primavera con sabor al peor de los inviernos.
Y no me di ni cuenta de que entre tanta apatía , tanta tristeza, tanto miedo y tanta decepción el sol empezaba a calentar la piel en los pocos ratos que podemos disfrutarlo.
No me di cuenta de que los campos rebosan flores y que el olor a hierba llega hasta el fondo de los pulmones. No me di cuenta de que esta primavera es la más triste que recuerdo pero también la más especial porque el mundo se paró y empezamos a ver la felicidad en las cosas que pasaban desapercibidas.
Y así, sin darme cuenta el invierno que fue verano quedó atrás dejando paso a la primavera con sabor al peor de los inviernos pero que en ocasiones, si te detienes a sentir es la mayor primavera de todas.